Los accidentes laborales pueden producirse por circunstancias medioambientales del puesto de trabajo, condiciones físicas del trabajo, condiciones del puesto laboral y condiciones derivadas de la organización del trabajo.
Cada siniestro en el trabajo lleva anexo un plan preventivo para evitarlo o paliar su magnitud.
Un accidente puede ocasionarse por desconocimiento de los riesgos a los que se está expuesto, por una actuación negligente, es decir, no tener en cuenta las precauciones necesarias a la hora de hacer un trabajo o por una actitud temeraria de ignorar los riesgos que están presentes en el área de trabajo.